No estoy triste, no estoy feliz.. digamos, que ando con esa sensibilidad precisa, que me hace escribir.. observar cada detalle, sin dejar de pensar en el fondo, en lo profundo de cada situación...
ver un papá con su hija, solos ambos, con mochilotas pesadas, de vacaciones, claro.. qué habrá atrás de tanta felicidad? a dónde irán? qué esperan...?
pasar por el lado de tanta gente, sin poder detenerse o decir uno a uno, un simple hola, cómo estás? ver los brazos, invisibles, de toda la gente, tratando de unirse con otras, pero una decisión, una idea, los conduce a distintos lugares, y quién sabe, cuantas veces nos hemos cruzado, o hemos intercambiado miradas, sin dar importancia al asunto, sin darse cuenta, ni saber, que probablemente, el destino nos vuelva a juntar, y esta vez, en alguna situación seria...
todos caminando en distintas direcciones, corriendo para alcanzar su bus, o lentamente con la mirada perdida, pensando, qué quieres comer cuando llegues a la casa, o si te pondrás mañana esa blusa que tanto te gusta, o si lograrás algún día, hablar con esa persona... en fin, tantos son los pensamientos, tantas son las vidas, tantas son las personas, pero solamente, una es la que estará contigo todo el camino. tú.
impresionante, me flipó.sabes, yo tammbién me paro a pensar, todos aquellos detalles que observo a cada instante, el como la gente se queda mirando a un punto fijo sin pensar en nada en concreto, el subirse al autobús, y rezar para que nadie se siente al lado tuyo,mientras, giras la cabeza y ves por la ventanilla, como hay alguien que corre para cogerlo, pero se para a medio camino, se da cuenta que lo a perdido.que el tiempo no espera, y hay que ser rápido.
ResponderEliminarpor otro lado, concretamente por madrid, ves por la calle, a un hombre con unos cuantos años, quieto, sin moverse, lo confundes con una estatua, pero cuando pegas un brinco, saltas, y te asustas, sabes que es una estatua viviente. por la acera de enfrente, observas como todo el mundo va con prisas, cada uno con una o dos bolsas en la mano, notas la presión que llevan, la angustia de querer llegar a su destino, y ver que les queda trayecto.
sigues tu camino,solo, pensando en tus pequeñas ideas de las que sacas preguntas sin respuestas, a su vez, caminas cavizbaja; se te interpone una piedra por tu camino, la das una patada, hasta que por fín, te llega un mísero detalle, de pequeño tamaño, capaz de sacarte una sonrisa.
Tantos detalles invisibles para la gente... vale por tu comentario, muy cierto... Saludos! :)
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