Una semana, una semana que nose cómo describir para poder expresar lo fuerte que se tornan los sentimientos de vez en cuando..
eramos siete, siete desconocidos, en un lugar del que no esparabamos mas que un hola...
lo dificil no es la misión, lo dificil es lo personal, olvidarse de si mismo, para poder entregar lo que en el fondo siempre hemos sido.
hubo problemas, hubo dificultades, pero los ultimos días, cuando la gente te abraza, y llora, te mira con simple bondad, te da aliento, te das cuenta, que al final, estás para ser misionado, para recibir, mas que entregar, es algo mutuo, y lo mas lindo, es que es sincero, es de corazón, no existen apariencias, no existe nada. sólo el momento presente.
una semana, distinta a todas, intensa, agotadora, pero enriquecedora, estoy agradecida de todo, de lo bueno y de lo malo, estoy feliz. y aún con un poco de nostalgia, por lo que se quedó allá.
veo los dibujos y regalos de los niños, recuerdo las palabras, y sus dulces miradas. y me doy cuenta, que nunca estaremos solos. y que la misión, es siempre.
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