martes, 1 de abril de 2014

Cuando era chica  {9-11 años} tenía una amiga, una de esas amigas típicas de infancia, que son amigas del ratito... pero jugabamos bien seguido, eramos compañeras de catesismo, entonces nos veíamos mínimo una vez a la semana.
Yo iba a su casa, ella iba a la mia.
nuestras vidas eran similares, nunca iguales, porque veniamos de familias diferentes, pero similares en el sentido, en que ambas teníamos los mismos deseos de crecer, teníamos esa posibilidad de soñar, de imaginar, de vivir cómo quisieramos hacerlo.
lo que regalaba nuestra infacia.
Sólo que había algo muy distinto en nuestros sueños futuros, yo siempre he querido tener muchos hijos, minimo 3. y ella no quería, no quería ninguno.. nunca jamás.
es raro pensar que un niño de 10 años, pueda querer o desear una cosa asi con tanta fuerza. pero realmente ella no quería. pues ya era suficiente con tener que cuidar a su hermana chica. no quería tener ese "cacho" asi lo llamaba ella.. y bueno yo pensaba, que bien que ella tenga algo claro en su vida. al menos no se limitará a vivir por nadie.
pero la infancia termina, los momentos para soñar acaban, y de repente nose a qué edad especificamente, llega brutalmente la realidad.
crecemos, dejamos de ver a mucha gente, aprendemos cosas nuevas, se nos abren nuevos caminos, se van cerrando otros. la familia y aunque no sea justo, el dinero también van demarcando tu vida por una linea, que en el fondo es solamente tuya, es así como nacen las experiencias, como desarrollamos nuestros sentidos, nuestra humanidad. y yo agradezco y siempre lo haré, porque esta linea que mi familia me ha podido entregar, es lo que yo realmente he querido hacer de mi vida. no exactamente, pero me llevará a un lugar que he soñado desde niña, mis sueños y deseos, no han tenido por qué cambiar. porque he tenido los recursos para poder construir mi vida tal cual la voy imaginando...



ayer me subí a un colectivo, alguien hablaba por teléfono, tremendamente mal "ahí nos veímo po" y mi impaciencia y correción mental constante no pudo evadir la palabra "veimo" asi que me di vuelta disimuladamente para cachar quíén era.
mi sorpresa fue tan grande, que aún no puedo creer que haya sido la misma amiga de mi infancia la que iba hablando asi de mal, y con una guagua en brazos.. no la saludé porque no me miró, y probablemente ni me recordaba, pero yo me quedé pensando. y me dio mucha pena porque mi vida ha seguido como lo pensaba siempre, en cambio ella, a los 20 años ya tiene una guagua, lo que nunca quiso tener, y supongo que menos a esta edad.. se veía molesta, quizas había tenido un mal día, la guagua lloraba harto, ella se veía impaciente, no le quedaba dinero por lo que escuchaba de sus conversaciones por telefono, y se le habia olvidado algo, andaba media apurada, la persona del otro lado del telefono no era muy agradable parece, porque ella estaba muy tensa hablando.. en fin, todo eso pasaba por mi mente mientras al mismo tiempo no podía creer que fuera ella, y con una guagua..
por otro lado yo estaba completamente en paz, tranquila, y con ganas de darle amor a todos, era uno de esos días en que todo brillaba para mi, era tarde y tenía que tomar dos buses, tenía hambre, y andaba con bolsos pesados, pero yo me sentía feliz.
llegamos al terminal, ella bajó, y se quedó parada esperando a alguien, supongo.. yo seguí caminando, con bolsos pesados, con calor, y muchas cosas que me podrían molestar pero soportando, porque mi felicidad asi lo permitía.
me subí a un bus.. viaje largo, agotador, luego me subí a otro, llegué de noche, estaba sola, tenía miedo, pero continuaba caminando, apareció un colectivo, por fin llegué al dpto, tuve que trabajar, dormí poco, desperté y mi día continuó...

y eso, he pensado mucho en que a veces, la vida es muy literal.








-ellasequedó,yoseguí-

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